
La necesidad de innovar en el mundo de hoy es evidente. Sea para aprovechar oportunidades aún no descubiertas, para solucionar problemas sociales o simplemente para adaptarse a un contexto de cambio cada vez más acelerado, la innovación se ha convertido en un componente fundamental en la gestión de cualquier tipo de sistema organizacional.
Para lograr la sostenibilidad de los sistemas a los que pertenecemos, sean estas empresas, organizaciones sin fines de lucro, comunidades, regiones o el mundo entero, es necesario reflexionar continuamente acerca de la forma en que nos organizamos para generar valor. El diseño de nuevas formas de generar valor y la implementación de estos diseños en la realidad (una manera simple de definir «innovación») es uno de los factores claves para el desarrollo y sostenibilidad de nuestras organizaciones y la sociedad en su conjunto. Este artículo tiene por finalidad presentar y reflexionar acerca de las nuevas metodologías para la gestión de la innovación que vienen siendo adoptadas en diversas organizaciones alrededor del mundo y cómo estos nuevos enfoques están ampliando, e incluso podrían estar cambiando, algunos paradigmas del management. Entre estas nuevas metodologías, el artículo se enfocará en tres que destacan por el crecimiento y velocidad con la que se han incorporado a la gestión de organizaciones en todo el mundo: design thinking (DT), lean startup (LS) y las llamadas metodologías ágiles (MA).
La mayoría de definiciones acerca del concepto de innovación coinciden en (1) entenderla como un proceso, (2) que su resultado debe llegar y ser aceptado (introducirse) en el mercado y (3) que puede ser aplicada no solo en la creación o mejora de productos, sino también en la creación o mejora de servicios, procesos, modelos de gestión, entre otros. Tradicionalmente, los tipos de innovación que han recibido mayor atención de los investigadores han sido los productos nuevos y mejorados, seguidos de los procesos operativos y los servicios (Dodgson, Gann y Phillips, 2014).
A partir de estos enfoques, la innovación puede ser entendida como un proceso que busca crear valor para las personas y que puede aplicarse en diversos sistemas organizacionales. Por lo tanto, en muchos casos no hay necesidad de reducirla a categorías específicas como innovación social, innovación empresarial, innovación pública, innovación tecnológica, etc., pues, si bien los contextos pueden ser diferentes, la esencia del proceso y su razón de ser es la misma, y lo único que se estaría haciendo al segmentarla es limitar las posibilidades de solución.
De todos los nuevos conceptos y modelos, tres de los más relevantes, por la rapidez con la cual se han incorporado a la gestión de organizaciones en todo el mundo, son DT, LS y las llamadas MA como scrum, kanban y lean UX. A continuación, se explicará con detalle cada una de estas tres metodologías que no solo tienen muchos elementos en común, sino que, según la consideración de algunos, en los valores y principios que promueven yacen los fundamentos del management moderno.
Este artículo se escribió para su publicación en la revista Serie de Ciencias de la Gestión N° 5. Revise la versión completa en el PDF adjunto.